Si eres un amante de los automóviles no puedes no conocer al clásico de clásicos de Mercedes-Benz: el modelo 300 SL. Este vehículo de la marca de lujo alemana fue creado y presentado en el año 1954 en el Salón de Nueva York, generando una reacción generalizada de sorpresa entre todos los asistentes. Y es que el 300 SL supo cautivar con su diseño, ya que contaba con puertas tipo alas de gaviota. Sin embargo, esta no fue la única particularidad de este automóvil. En este artículo te contaremos más datos curiosos sobre una de las joyas históricas de Mercedes.
¿Coche de carreras o auto de calle?
El 300SL (W194), también conocido como “Gullwing”, fue inicialmente concebido como un modelo exclusivamente de carreras y llegó a ganar importantes competencias de la época, tales como la Carrera Eifelrennen de Nürburgring, la Carrera de 24 horas de Le Mans y la Carrera Panamericana de México.
Originalmente este automóvil no iba a ser producido para el público. Fue Maximilian E. Hoffman, el importador de Mercedes Benz en Estados Unidos de esa época, quien le sugirió a la compañía hacer una versión de calle. La marca decidió hacerle caso y creó así la legendaria versión del 300 SL (W198). Esta versión seguía varios de los lineamientos generales del modelo original, con algunos retoques que le daban una estética más elegante. Entre ellos podemos mencionar el cambio en los guardabarros delanteros, las líneas de musculatura y el capot largo, entre otros detalles.
Características generales y curiosidades del 300 SL
El 300 en su nombre deriva de su motor era un seis cilindros en línea de 3 Litros, que entregaba 215 CV y 275 Nm en su versión clásica y 240 CV y 294 Nm en su opción potenciada.
La principal característica de este auto era su sistema de puertas con apertura tipo alas de gaviota, aunque esta no fue una decisión exclusivamente estética: lo cierto es que, al contar con un chasis tubular ligero y resistente a la torsión (y muy ancho en la zona del habitáculo), las puertas tenían que ser de esa manera para que el coche resultara funcional.
Otra novedad de este vehículo fue su inyección directa, algo que no se había visto en ningún auto con motor de cuatro tiempos hasta ese momento.
Inicialmente se produjeron 1400 unidades del modelo convencional, hasta que en 1957 Mercedes evolucionó y lanzó su reemplazo en una versión Roadster que contaba con techo de lona y eliminaba las puertas tipo alas de gaviota. Este modelo fue fotografiado y publicado en medios gráficos de la época antes de ser presentado, y tuvo una recepción tan positiva que la marca tuvo que trabajar contrarreloj para poder exhibirlo en el Salón de Ginebra de 1957. Esta versión fue incluso más exitosa que el “Gullwing”, llegando a los 1.858 ejemplares producidos hasta 1963, año en el que dejó de fabricarse.
70 años después de su nacimiento, sabemos que se ha intentado recrear esta pieza única en varias oportunidades sin el mayor de los éxitos. Y es que es difícil imitar al que muchos llaman “el auto más hermoso del mundo” Sin dudas, este coche es una leyenda irremplazable para los amantes de la marca y de los coches clásicos que aún hoy sigue dejando huella.