Al momento de comprar un auto son muchos los factores que deben tenerse en cuenta, más allá del precio y del diseño del mismo. La marca del vehículo, su calidad, su costo de mantenimiento y devaluación ante su uso también tienen que considerarse al momento de elegir correctamente.
Es sabido que los autos nuevos pierden valor rápidamente, pero según el último estudio de la organización española GANVAM-DAT, los vehículos eléctricos, además de contar con un precio de adquisición más elevado, tienden a depreciarse aún más rápido que los de combustión, perdiendo casi un 50% de su valor original tres años después de su matriculación. Como contraste, un modelo de gasolina y 60.000 km recorridos conserva hoy el 71,5 % de su valor en el mismo período de tiempo.
La veloz pérdida en el precio de los autos cero emisiones está directamente relacionada con el avance de un mercado en pleno desarrollo que utiliza tecnología cada vez más novedosa, algo que permite ampliar gamas y modelos disponibles. Estos constantes progresos en el rubro son una fantástica noticia para los modelos nuevos y una mala para los de segunda mano, que se quedan obsoletos en períodos de tiempo muy cortos.
Además, la rápida evolución en la tecnología de las baterías también ha llevado a que los coches eléctricos más antiguos se deprecien más rápidamente, ya que los modelos actuales ofrecen un sistema con mayor kilometraje recorrido con una sola carga, lo que resulta sumamente atractivo para sus usuarios.
Un estudio elaborado por el portal ISeeCars revela que Tesla es la marca que más se devalúa año tras año. El fabricante de automóviles eléctricos supera a Maserati y Alfa Romeo, marcas históricamente reconocidas por su fuerte depreciación. Esto, aunque parezca extraño, también es en parte culpa de la misma compañía dirigida por Elon Musk, que lleva años bajando agresivamente los precios de sus vehículos nuevos para hacer frente a la competencia, lo que no deja en buen lugar a los propietarios de coches de la marca.
Mientras que los vehículos eléctricos son los que salen peor parados, de cerca le siguen las SUV, que pierden un 41,2% de su valor tras cinco años y los autos híbridos, que lo hacen en un 37,4%. Por otro lado, los coches con mejor salida en el mercado son los deportivos que sufren una depreciación que va del 9% al 25% dependiendo del modelo.
Lamentablemente es muy probable que la pérdida de valor de los autos eléctricos usados continúe. Los fabricantes y las marcas seguirán trabajando con tecnologías cada vez más sofisticadas, que darán como resultado vehículos con mayor autonomía por precios más accesibles. Estos autos continúan siendo demasiado caros para la media y su alto valor de venta dificulta y continuará dificultando la equiparación de precios por un buen tiempo.