La racha de nueve victorias de Max Verstappen en la Fórmula 1 llegó a su fin el pasado domingo 24 de marzo. El vigente campeón del mundo debió retirarse durante la tercera ronda del GP de Australia, luego de sufrir un problema de frenos en la cuarta vuelta. Su compañero de equipo, Sergio Pérez, terminó quinto y mantuvo el primer puesto de Oracle Red Bull Racing tras una carrera donde Carlos Sainz (Ferrari) se consagró como el gran ganador de la fecha, a tan sólo 16 días de haber sido operado por una apendicitis. Su compañero de equipo Charles Leclerc y Lando Norris (McLaren) completaron el podio.
El piloto madrileño protagonizó una épica victoria, no solo por lo que ocurrió dentro del Albert Park de Melbourne, sino también por la odisea que debió atravesar durante las dos semanas previas al torneo. El 8 de marzo pasado, luego de conseguir el sexto mejor puesto en los ensayos libres previo al Gran Premio de Arabia Saudita, el hombre de Ferrari debió ser intervenido de urgencia por un cuadro de apendicitis. Si bien Sainz finalmente no pudo correr en dicha carrera, se puso la exigente meta de recuperarse para poder estar en esta carrera a la que no sólo llegó a tiempo, sino que además se quedó con la victoria.
Sainz salió decidido a superar a Verstappen, y lo logró. Aunque claro, si bien el ritmo del de Ferrari era bueno, al tercer giro el neerlandés inmediatamente acusó un comportamiento raro en su Red Bull. Instantes más tarde, comenzó a salir humo de la parte trasera de su RB20 y, cuando ingresaba a boxes, los frenos explotaron. El abandono le quitó la posibilidad de igualar su propio récord de diez triunfos seguidos. Casualmente, este fue su primer retiro desde que abandonó una carrera en 2022… también en Albert Park.
Volviendo al gran ganador de la fecha, es necesario hablar de los misterios que giraron en torno a la rápida recuperación de Carlos Sainz. Uno de ellos ha estado relacionado con una cámara hiperbárica, algo que finalmente fue confirmado por su propio equipo, comentando que el madrileño llegó a tener dos sesiones de cámara hiperbárica por día en Madrid, mientras trabajaba paralelamente con un fisioterapeuta. Además, el piloto programó su actividad, descansos y alimentación en base a está necesaria mejora. Con el correr de los días, se sintió preparado para viajar finalmente a Australia y el resto es historia. El propio Sainz ha dicho que toda esta experiencia ha sido una “montaña rusa” de emociones pero que se encuentra muy feliz por este gran logro.
Con estos dos desenlaces tan diferentes para Verstappen y Sainz en Australia, las expectativas para la próxima carrera son muchas. Veremos qué tal les va a estos dos pilotos durante la próxima fecha del Grand Prix, que se llevará a cabo el próximo domingo 7 de abril en el circuito de Suzuka, en Japón.
